La psicoterapeuta María Antonieta Solórzano explica por qué el hombre colombiano agrede con tanta frecuencia a su pareja, muchas veces hasta matarla. De dónde proviene la cultura de que el líder es el más fuerte y no el mejor. En medio de las noticias sobre la autorización para suspender los procesos judiciales pendientes contra 19 mil ex integrantes del paramilitarismo de un lado, y la negativa del Gobierno de reparar económicamente a las víctimas de la violencia armada, del otro, pasaron desapercibidas para casi el 100% de los colombianos la semana pasada, así como todas las semanas de cada año, las cifras sobre otra clase de violencia social más honda y masiva: la de los asesinatos, los maltratos físicos o psicológicos y las violaciones o abusos sexuales que un increíble número de hombres cometen contra las mujeres y niños, con el agravante de que casi siempre esos victimarios son esposos, novios, amantes o padres de las agredidas.