Se sobreseyó definitivamente el juicio iniciado contra activistas que protestaron por la homofobia de los parlamentarios de un partido de derecha, la UDI. Esto, luego de que representantes de ese partido efectuaran una denuncia de alteración al orden público, que el juez descartó de plano, marcándose un histórico triunfo para la democracia y la libertad de expresión en Chile.