Luego de declarar a la prensa que las pruebas de detección del VIH deberían ser obligatorias, al inicio del Congreso Nacional de Sida, el ministro de salud de México aclaró el punto, dijo que se trató de un malentendido y afirmó que el gobierno mexicano está comprometido con el respeto a los derechos humanos de las personas que viven con VIH.