El feminicidio es una de las formas más radicales de violencia contra las mujeres y un fenómeno de grandes dimensiones a nivel global. Tomando la proporción de nacimientos de 100 niñas por cada 103 niños, en 1992, el Premio Nobel de Economía Amartya Sen estimó que en el mundo “faltaban” 107 millones de mujeres. Los motivos: asesinatos y muertes derivadas del abandono y el maltrato. Pese a la gravedad de este fenómeno, existen pocos registros oficiales por parte de los Estados iberoamericanos al respecto.
Recientemente, la ciudad de La Plata, Argentina, se estremeció ante un cuádruple feminicidio. El domingo 27 de noviembre, una llamada alertó a la policía sobre un rastro de sangre frente a un departamento ubicado en la calle 8. Al llegar los efectivos de la comisaría 4ª de la ciudad encontraron los cuerpos sin vida de una mujer de 30 años, su madre de 60, su hija, de 11, y una amiga, también de 30, quienes fueron apuñaladas. Las autoridades sospechan de Osvaldo Martínez, pareja de una de las víctimas y cinturón negro de karate, quien al parecer fue visto por vecinos y comerciantes del sector ese día en horas de la madrugada. Este crimen guarda semejanza con otro perpetrado por el odontólogo Ricardo Barrera en 1992 en la misma ciudad. Barreda, quien disparó a su esposa, dos hijas y suegra, fue sentenciado por la Sala I Penal de la Cámara de La Plata a cadena perpetua. Luego de obtener la prisión domiciliaria en 2008 por buen comportamiento, el tribunal le concedió la libertad condicional en marzo de este año.
En este contexto, fue lanzado el 25 de noviembre de 2010 Feminicidio.net, portal de noticias, entrevistas y documentación, que a través del periodismo con perspectiva de género busca dar visibilidad a la violencia contra las mujeres en América Latina y España.
En 2002, la periodista y editora general del portal, Graciela Atencio, se instaló en Ciudad Juárez, México, para investigar y denunciar las dimensiones del feminicidio, al que define como “el asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres, cometido por hombres”. Atencio explica que a raíz de esta experiencia, que estremeció su “universo de percepciones, ideas y valores”, y de la dificultad para comprender la deshumanización de la cual habían sido objeto las mujeres, decidió crear este portal. “Me retiré del ejercicio del periodismo y guardé silencio. Necesitaba asimilar, no las entrañas de la atrocidad, eso es imposible, sino el duelo de saber que los asesinos de decenas y decenas de feminicidios que había investigado nunca irían a la cárcel”, afirma.
En su artículo Feminicido-femicidio: un paradigma para el análisis de la violencia de género, Atencio explica que el concepto fue introducido en la década de 1990 por feministas anglosajonas. La categoría de análisis surge como resultado del trabajo teórico de académicas feministas en articulación con procesos de denuncia y visibilización llevados a cabo por movimientos de mujeres, familiares de víctimas y activistas de derechos humanos. La historia del término se remonta a los trabajos Gendercide: The Implications of Sex Selection de Mary Anne Warren (1985) y Femicide. The politics of woman killing, de Diana Russell y Jill Radford (1992). “Se trata de un concepto político que permite visibilizar la posición de subordinación, desigualdad, marginalidad y riesgo en la que se encuentran las mujeres por el simple hecho de ser mujeres”, puntualiza la periodista.
Feminicidio.net tiene tres ejes de trabajo. Por un lado, elabora reportajes, entrevistas, artículos, investigaciones especiales e informes sobre feminicidio y violencia de género en Iberoamérica y publica noticias de otros medios de comunicación en línea. Por otro lado, administra una base de datos que documenta los asesinatos de mujeres por motivo de género en estos países, a partir de casos particulares y paradigmáticos y de recuentos globales por país. Además de permitir la consulta de archivos, esta herramienta permite su actualización por parte de usuarias/os que posean información sobre el tema. Las editoras del portal aclaran que la base de datos no contabiliza a las travestis y mujeres transexuales asesinadas por hombres (casos numerosos en países como Brasil, Argentina y México), considerados crímenes de odio, categoría que diferencian del feminicidio.
El tercer eje de trabajo es de carácter documental. El portal cuenta con una sección para la difusión de artículos, ensayos, informes, estudios, guías, manuales, normativas por países, recomendaciones, resoluciones y sanciones a los Estados sobre feminicidio, violencia de género, tráfico de personas con fines de explotación sexual y equidad.
El trabajo en red da soporte a este portal. Feminicidio.net se alimenta del apoyo, difusión y trabajo de voluntarios y voluntarias, organizaciones, asociaciones y agrupaciones de diversos países que recopilan cifras sobre feminicidio, así como de la denuncia de familiares de víctimas y sobrevivientes de tentativas de este crimen y de casos de violencia de género. La red la integran profesionales, investigadoras/es, activistas y personas comprometidas con la erradicación del feminicidio.
Las cifras recopiladas por el sitio web son alarmantes. En Paraguay, por ejemplo, se han reportado 35 feminicidios en lo que va del año. En el estado de Baja California, México, el asesinato de mujeres se incrementó 75% en 4 años. No obstante, el estado de Morelos continúa a la cabeza con 46 feminicidios durante este año. En El Salvador se ha observado un incremento del 13,4%, respecto al año anterior, y en Bolivia se registra un feminicidio cada tres días.
Sin embargo, pocos países cuentan con estadísticas oficiales sobre el tema. En América Central y del Sur los únicos datos existentes son aportados por organizaciones sociales a partir de análisis de medios. España, por su parte, realiza un recuento anual que sólo incluye las mujeres asesinadas por su pareja o ex pareja, dejando de lado otros tipos de muertes como las relacionadas con el tráfico y explotación de mujeres en redes de prostitución.
Para quienes mantienen el portal, en México y Guatemala la impunidad de los asesinos “certifica la normalización de la barbarie”. Atencio afirma que en México y América Central buena parte de los asesinatos de mujeres está ligada al narcotráfico o a mafias de trata de mujeres con fines de explotación sexual. Por otro lado, en Argentina en el último año se han incrementado los feminicidios íntimos “con una modalidad que trae reminiscencias de la cacería de brujas en el medioevo: los hombres prenden fuego a sus parejas o ex parejas”, explica. La periodista señala que en España, un porcentaje significativo de los asesinos se suicida después de cometer el crimen, y que en Colombia el conflicto armado ha convertido a las mujeres en el botín de guerra de ambos bandos: el gobierno y las FARC.
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