CLAM – Centro Latino-Americano em Sexualidade e Direitos Humanos

Voto pela diversidade

La inclusión de imágenes de homosexuales en la franja gratuita de propaganda televisiva, por parte de la campaña de candidato de derecha Sebastián Piñera, revela que en tiempos electorales todo vale. Es justamente en este tiempo que la diversidad sexual y la lucha por la igualdad pasan a ser buenas herramientas para atraer el voto ciudadano.

En Chile, por ley, hay una franja de propaganda electoral gratuita en televisión durante el último mes de campaña donde los candidatos presidenciales disponen de 5 minutos cada uno para exponer sus ideas. Existe también una franja parlamentaria, donde el tiempo disponible se distribuye proporcionalmente según el número de votos obtenido por cada partido en la última elección.

Pues bien, la franja televisiva de la “Coalición por el Cambio”, que representa a los partidos más conservadores de derecha, incluiría una pareja homosexual. Una especie de guiño para el mundo de la diversidad sexual y los sectores progresistas. Finalmente fue así, pese que para el presidente del partido del candidato, Carlos Larraín, de Renovación Nacional, la visibilización de parejas homosexuales sería algo “anormal”. A su juicio, el foco de la campaña debe ser “una familia normal entre un hombre y una mujer”.

En la elección pasada, Sebastián Piñera, quien también fue el candidato presidencial de la derecha, dialogó con las minorías sexuales, escuchó sus propuestas y se comprometió públicamente con una ley de Unión Civil. Nada de ello ha ocurrido en su actual campaña y en esta oportunidad ni siquiera se ha reunido con las organizaciones LGBT.

Las expectativas para impulsar políticas que contribuyan a la igualdad de derechos para lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, según explican las organizaciones vinculadas con esta temática, no son auspiciosas tampoco cuando se intenta comprometer al candidato de la Concertación, Eduardo Frei.

El MUMS (Movimiento de Minorías Sexuales) pidió a todos los candidatos que firmarán el “Acuerdo Nacional contra la Homofobia”. El Acuerdo fue suscrito sólo por los candidatos Jorge Arrate (perteneciente al Partido Comunista) y Marco Enríquez-Ominami (ex socialista, hoy independiente). Sebastián Piñera y Eduardo Frei, que todavía no responden oficialmente, informalmente comentaron que estaban estudiando el documento.

En Chile, donde todavía no existen cuotas para mujeres en las listas partidarias, las candidaturas homosexuales están lejos de constituir una prioridad electoral. Tampoco existe un “voto rosa” reconocido por la sociedad. Sólo las organizaciones sociales que trabajan el tema de la diversidad sexual han propuesto candidatos/as, como estrategia para llamar la atención sobre estos temas e incluirlos en el debate presidencial.

“Viva la diversidad” es la consigna del candidato homosexual del MUMS, Fernando Muñoz, quien buscará un asiento en la Cámara de Diputados por el distrito 35 de La Florida, comuna de la ciudad de Santiago. Junto a Julia Rojas y Salvador Ojeda, son los únicos candidatos que se presentarán en las listas parlamentarias como candidatos de la diversidad sexual.

El postulante se presenta en el pacto Nueva Mayoría para Chile y busca enarbolar la bandera de la diversidad sexual con temas como la aprobación de una ley contra la discriminación, la defensa de la familia homoparental, la aprobación de una ley de derechos sexuales y reproductivos, entre los principales. Su candidatura también da relevancia al tema de la salud en relación a los derechos reproductivos y la educación sexual en el ámbito escolar.

¿Crees que el país está listo para recibir a un diputado homosexual?

Chile no es un país que esté listo. Pero si nos ponemos a esperar a que los países estén listos, nunca lo van a estar. Debemos prepararlos para que estén listos. No nos olvidemos del trabajo que hicieron las mujeres hace unas décadas cuando comenzaron a pedir el voto. La sociedad y hasta algunas mujeres les decían a las sufragistas que eran unas locas, que no debían impulsar eso. Creo que ahora es lo mismo. Puede ser que nuestros temas suenen como marginales o minoritários, pero es un hecho que son temas fundamentales y que deben estar en los debates presidenciales y parlamentarios. El país debe enfrentar y asumir esta realidad. Entonces, independiente de que estemos listos o no, hay que hacer que estemos listos.

¿Cuál fue la motivación personal y la del MUMS para que hoy seas candidato?

Mi motivación personal está en llevar mucho más adelante el debate sobre la diversidad sexual. Ahora es el momento de dar grandes pasos. También se trata de demostrar que los homosexuales no invertimos sólo en el reconocimiento de parejas, o de dos o tres reivindicaciones básicas del mundo gay. Vemos un país y somos parte de él y obviamente queremos ayudar a construirlo desde diversas miradas. Queremos un país con una sexualidad distinta, con una mirada distinta hacia las personas, sobre sus derechos y deberes. A través de esta candidatura espero liderar esa propuesta.

Aclaro, sin embargo, que inicialmente no había un objetivo definido de presentar alguna candidatura, pero desde el MUMS se transformó en una necesidad del movimiento para contar con un mayor nivel de visibilidad e instalar nuestros temas dentro de las campañas parlamentarias. Estamos seguros y seguras que hemos logrado nuestro objetivo.

De ser elegido, ¿cuál será su propuesta como parlamentario?

Existe el compromiso directo de impulsar temas e iniciativas legales que tienen que ver con la diversidad sexual: la ley contra la discriminación, el reconocimiento de parejas, la defensa de la familia homoparental, entre las más relevantes. Junto a ello, también pretendo promover temas que han sido parte de nuestro discurso histórico como lo es la aprobación de una ley de derechos sexuales y reproductivos y, por supuesto, impulsar políticas públicas que tengan que ver con el respeto, en general, a la diversidad y a la multiculturalidad.

Chile está en un momento particular en que se pueden dar saltos importantes hacia un desarrollo humano, no solamente en términos económicos, también pueden mejorarse áreas tan sustanciales como la educación y la salud. Necesitamos volver a una educación pública, gratuita, laica, que hoy se está semiprivatizando. La educación sexual, los derechos sexuales, la fertilización y otros derechos reproductivos, es posible concretarlos a través de aparatos de salud pública con una mirada más pluralista.

¿Cómo ha sido la campaña en términos de recursos, apoyos y dificultades?

La dificultad fundamental tiene que ver con los recursos económicos. Estamos compitiendo con campañas millonarias. Muchas de ellas ya llevan 3 o 4 meses con trabajo de publicidad en las calles, gigantografías, avisos en los diarios y en la radio que implican un gasto económico impresionante y sospechoso. Digo sospechoso porque nadie sabe bien de dónde viene tanto dinero y cuáles serán los favores a cambio.

Por otra parte, debemos reconocer que efectivamente hay una dispersión de las fuerzas progresistas que van – por primera vez – en distintas listas parlamentarias. Necesitamos, una vez terminada la elección, sentarnos a revisar y discutir cómo ordenamos y barajamos el naipe para darle a esto más coherencia y sustento. Hay muchos temas que nos unen y que podemos impulsar si logramos coordinarnos y trabajar juntos.

Respecto de la discriminación, creo que hasta ahora el debate se ha dado en el nivel del respeto. En general se trata de no entrar en conflictos con el mundo homosexual ni mucho menos con una candidatura que represente esta realidad. La gente, aunque le moleste, es muy cuidadosa con el tema porque sabe que existe un nivel de organización de nuestra parte que permite responder.

¿Qué piensas frente a las declaraciones de la iglesia y de los candidatos respecto de regular las uniones de hecho?

Creo que es absolutamente electoral, porque en la campaña presidencial pasada fue exactamente lo mismo. Entonces, la pregunta que cabe hacer es, si no las regularon durante estos años, por qué les vamos a creer ahora. Son las mismas condiciones, son casi los mismos candidatos al Parlamento, por lo tanto, no hay por qué creerlo. Creo que pasa, como dicen por ahí, que en época de elecciones todos se ponen progresistas, pero en la práctica los que trabajamos en el tema sabemos que no es así. Si existiera voluntad política y eso fuera así, ya lo habrían hecho.

¿Cuáles son las expectativas de la votación que esperan alcanzar?

Complicado tema. Cada elección parlamentaria es distinta, de hecho hay muchas más listas que en otras ocasiones, por lo tanto, es bastante complicado tener un parámetro para medirnos. Hay ocho candidatos y creo que puedo estar entre los primeros. Si bien es cierto que es bastante difícil salir, porque hay que obtener una de las dos primeras mayorías, creo que podría obtener una votación relativamente importante que permita mostrar el nivel de trabajo y consecuencia que se ha tenido durante estos años impulsando nuestra causa.