En reciente visita a Buenos Aires, Carmen Barroso, reconocida socióloga brasilera y líder feminista latinoamericana, presentó, en el Salón Arturo Illia del Senado de la Nación, el informe “Muerte y Negación: Aborto Inseguro y Pobreza”. Desde el año 2003 Barroso se desempeña como Directora Regional para el Hemisferio Occidental de la de la Federación Internacional de Planificación de la Familia, conocida como IPPF por su sigla en inglés.
Refiriéndose a la Argentina, Barroso señaló que si bien los avances al nivel de la opinión pública son notables respecto del tema del aborto y que se han producido cambios significativos en materia legislativa, como la sanción de la ley sobre Salud Sexual y Procreación Responsable en 2003 y la ley de Educación Sexual Integral en 2006, todavía está pendiente modificar las leyes para garantizar el acceso al aborto seguro, ya que todavía en el siglo XXI mueren mujeres como consecuencia del aborto inseguro. “Sabemos también que hay muchísimo que hacer –dijo Barroso– y la IPPF, que se fundó en el año 1954, promueve en el mundo el acceso al aborto seguro y puede contribuir en ese proceso aquí en Argentina”.
Hablar con los hablables
En su presentación, Barroso remarcó la importancia de “hablar con los hablables”. Según la experta, hay gente que no va a cambiar su opinión respecto del tema del aborto ya que está muy convencida de su visión ideológica conservadora; a su vez, existen personas a quienes les faltan argumentos para formar una opinión, que están en la búsqueda de elementos para formar una opinión firme. Para Barroso, estas personas, a quienes denominó “hablables”, deben ser el centro de atención de las políticas de información.
Las leyes que prohíben el aborto no eliminan la práctica; sólo hacen que el aborto se realice en forma clandestina, en condiciones inseguras, que producen secuelas graves y hasta causan la muerte de las mujeres. En Argentina, triste estadística, el aborto clandestino es la principal causa de la mortalidad materna. En su discurso, la Directora Regional de IPPF dijo que ella como extranjera no debería recordar esta vergüenza; sin embargo no puede dejar de señalar que las mujeres jóvenes y las mujeres pobres, son las mayores víctimas de las leyes restrictivas respecto del aborto que en Argentina han estado siempre vigentes.
Refiriéndose al documento presentado, Barroso sostuvo que es una información que debe ser divulgada ya que “tenemos la responsabilidad social con las jóvenes para evitar que tengan que morir cuando interrumpen un embarazo.”
Recordó también que, en el siglo XXI, este país no puede admitir la invasión del terreno del Estado por las iglesias y las religiones. “Tiene que ser un Estado que no esté relacionado con ninguna de las visiones religiosas, un Estado laico que respete a todas pero no esté identificado con ninguna.” Desde ese punto de vista, el Estado no puede apoyar su legislación en la doctrina de una religión. “Yo en lo personal respeto mucho a todas las religiones y creo que cada uno tiene derecho a creer en lo que quiere. También quiero que respeten mi libertad, mi concepción y que me permitan decidir sobre mi vida, sobre mi propio cuerpo, como yo quiero y no como quieren los Obispos o los Papas”, afirmó la socióloga.
El aborto como política de Estado
Barroso destacó que a la hora de abordar a los “conversables” es necesario tener en cuenta que la convicción personal e individual de cada uno no tiene nada que ver con una política de Estado, ya que ésta debe ser una política para todos los ciudadanos independientemente de su religión.
Por otro lado, también consideró importante la difusión de lo que acontece en el mundo del derecho a nivel internacional. En la mayoría de los países donde la democracia está más desarrollada y la situación de las mujeres es de mayor empoderamiento, existen leyes que permiten el acceso al aborto. En los países “frágiles”, desde el punto de vista social, político y económico, el aborto está perseguido y prohibido por las leyes. Tomando como ejemplo a Colombia y México, señaló que el cambio es posible a pesar de todas las presiones recibidas por los legisladores y legisladoras que lo impulsaron. Cuba, Barbados, Guyana y Puerto Rico han liberalizado el aborto hace años. Barroso invitó a usar la evidencia disponible en estos países de manera inteligente para que los procesos de cambio legal tengan también lugar en la Argentina y el resto del continente.
Los datos muestran muy claramente que la ley no prohíbe la práctica, “si alguien está contra la práctica del aborto hay que pedirle que ayude a prevenir la necesidad, que ayude a implementar la ley de educación sexual para que la educación no sea carácter superficial sino que tenga información útil para cuando los y las adolescentes se inicien sexualmente, para apoyar sus proyectos de vida y el desarrollo de sus valores. Si alguien es contrario al aborto que lo haga por apoyar una educación sexual de calidad”.
¿Qué dice el informe?
La cuestión del aborto está íntimamente ligada a la pobreza, siendo las mujeres pobres las principales, aunque no las únicas, víctimas de las condiciones de clandestinidad en las que esta práctica se realiza. Sobre esta asociación entre aborto y pobreza, Barroso mencionó el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), compromiso al que adhirieron los Estados miembros de Naciones Unidas. Las mujeres de bajos recursos no tienen a quién recurrir, hacen esfuerzos económicos para poder acceder y pagan las consecuencias en su cuerpo. Por este motivo el informe se titula “Aborto Inseguro y Pobreza”. En los países en que el aborto está prohibido existe una alta mortalidad materna. Por el contrario, cuando el aborto está permitido, la mortalidad materna baja –la correlación es muy clara. Las mujeres se siguen haciendo el aborto de todas maneras, lo que cambia son sus condiciones y consecuencias. La atención de la salud reproductiva es cinco veces mayor en los estratos más ricos de la población que entre los más pobres.
Finalmente, el informe explicita otra arista de la discusión del aborto: la idea de que al entrar en vigencia leyes que permitan el acceso al aborto legal, se facilitará un comportamiento sexual irresponsable. Al respecto, la investigadora aclaró que “el comportamiento sexual irresponsable existe, pero la responsabilidad no es sólo individual sino social”, por ello llamó a fortalecer a los individuos.
Sobre la presentación
La presentación del informe se dio en el marco del proyecto “Aportes a favor de la despenalización del aborto en Argentina”, que llevan adelante conjuntamente el Área de Salud, Economía y Sociedad del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) y la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM). Este proyecto cuenta con el financiamiento de la IPPF.
Entre el público presente se encontraba Florentina Gómez Miranda –Diputada Nacional por la Unión Cívica Radical (UCR) entre 1983 y 1991– una de las mujeres que introdujo en el Congreso de la Nación temas de género, derechos de las mujeres, salud sexual y reproductiva y aborto, y que con sus 95 años aún continúa apoyando la igualdad de derechos para las mujeres y el acceso al aborto. También estuvieron presentes las Senadoras Nacionales Liliana Capos (Tierra del Fuego, UCR) y Marita Perceval (Mendoza, PJ), y las Diputadas Nacionales Silvia Augsburger (Santa Fe, Partido Socialista) y Graciela Rosso (Buenos Aires, PJ).
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