CLAM – Centro Latino-Americano em Sexualidade e Direitos Humanos

Sida y acción comunitaria

La Corporación Chilena de Prevención del SIDA, con diecinueve años de vida, publicó en 2004 los resultados de un proceso de sistematización de sus prácticas comunitarias de prevención, en la lucha contra la enfermedad y por espacios equitativos. El CLAM disponibiliza el documento que reunió las bases metodológicas y conceptuales del modelo. En esta entrevista, el activista Richard Villarroel Ferrada habla de la experiencia.

¿Cuál es el origen de SIDACCION?

Debemos remontarnos al año 1987 cuando un grupo de 5 hombres homosexuales decidió hacerse el test de Elisa, ya que existían antecedentes de una enfermedad desconocida. Uno de ellos dio positivo en el examen. A partir de ese momento decidieron organizarse y dar inicio a la Corporación Chilena de Prevención del Sida. Ésta surgió entonces como un voluntariado de las cinco personas fundadoras, junto a los amigos que éstos vincularon. Originalmente se reunían en la casa de alguien cercano, posteriormente el movimiento cuáquero los apoyó para arrendar una vivienda. Todo esto ocurrió en los años de la dictadura, es decir, en un contexto que dificultaba el desarrollo de este tipo de organización social, más aún tratándose de hombres homosexuales con una epidemia aún bastante desconocida.

Al principio, el funcionamiento de esa primera sede, en la calle Porvenir, se llevaba a cabo gracias a los aportes de los mismos voluntarios. Acciones y encuentros ocurrían en horarios posteriores a la jornada laboral, por lo cual la sede abría sus puertas entre las 19:00 y 22:00 p.m. Los sábados permanecía abierta más tiempo permitiendo el desarrollo de actividades educativas. Así, obtuvimos un primer aprendizaje: la Corporación constituía un espacio de encuentro para la comunidad homosexual. Si bien, muchas personas utilizaban las reuniones para hacer antesala e ir al carrete nocturno de los sábados, nosotros aprovechábamos ese momento para hacer una labor educativa en relación a la promoción del uso del condón y para tener charlas con especialistas que nos apoyaban en la labor.

En 1993 nos trasladamos a la sede actual y ese hecho marcó un salto cualitativo. En ese momento se formalizaron una serie de servicios que habían ido gestándose en la organización. Uno de los primeros servicios que proporcionamos fue la Línea de Ayuda Homosexual, que sirvió para orientar las inquietudes de quienes llamaban. Luego implementamos mesas informativas en los lugares de encuentro gay, particularmente en discotecas. También instalamos la consejería pre- y post-examen Elisa, incluyendo la toma de la muestra sanguínea. Esto último se logró gracias a que establecimos un convenio de estricta confidencialidad con el consultorio nº 1 de Santiago; nosotros trasladamos las muestras, las entregamos, recibimos los resultados. Hoy la ley de SIDA exige la consejería pre- y post-test, pero nosotros la instalamos antes.

¿Qué significados tiene la organización para sus propios miembros, en el sentido de desarrollo personal y colectivo?

Hay tres razones básicas por las cuales la gente participa en esta organización. Para muchas personas ésta es una red de pares donde pueden encontrarse con personas similares, principalmente con relación a su orientación sexual. Para otros, es un grupo de referencia. La ven como un modelo en cuanto a desarrollo organizacional, a lineamientos a seguir y al trabajo que ejecuta. La tercera mirada visualiza a esta organización como un grupo de interés. En el ámbito sociológico los grupos de interés tienen en los partidos políticos una institución tradicional.

¿Cómo iniciaron la tarea de sistematizar el trabajo de tantos años?

Podríamos decir que la organización comenzó sin metodologías claras y que éstas se fueron desarrollando con el tiempo a partir del conocimiento de otras experiencias internacionales y de adaptarlas a la realidad nacional. En el año 2001, la organización sufrió una crisis que la obligó a desarrollar un plan estratégico y a sistematizar las metodologías de intervención, iniciativa que fue posible de realizar en comunión con la Fundación Ford.

¿Cuál es la utilidad del ejercicio?

Debemos tener en cuenta que existen distintos tipos de organizaciones en Chile. Hay ONGs tradicionales que están fuera de la comunidad y que desarrollan intervenciones en algunos territorios. También existen organizaciones que actúan juntando redes y desarrollando intervenciones colectivas. Nosotros nos vemos a nosotros mismos dentro de la comunidad. De ahí que los modelos de intervención y movilización comunitaria se ubiquen en el corazón. Y entendemos éstos como el conjunto de personas que interactúan con un propósito común y desarrollan acciones para sí mismos, para sus pares y para su comunidad, al mismo tiempo que hacen intervenciones públicas y políticas en el entorno. De esta manera, la sistematización fue realizada por los mismos voluntarios a partir de discusiones que llevamos a cabo de manera periódica durante un año. Desarrollamos el proceso, buscamos una metodología de sistematización y llegamos a las conclusiones expuestas en la publicación. La publicación, a su vez, nos ayuda a simplificar la complejidad que la organización ha ganado con el tiempo, ciertamente es una herramienta efectiva para que las personas que se van incorporando a nuestro colectivo, entiendan nuestro trabajo.

¿Qué desafíos se plantean para el futuro?

Pretendemos desarrollar acciones en torno a las políticas públicas y afianzar el accionar político de la organización teniendo siempre en cuenta las vulnerabilidades que experimentan los hombres homosexuales. Hoy día colocamos un fuerte acento en la focalización del trabajo. Revisamos las estadísticas de cobertura de atención de los servicios de salud y notamos que parte de ésta estaba siendo orientada a personas heterosexuales. Esto nos hizo reflexionar porque sabemos que en Chile existen varias organizaciones que dan respuesta a esa población, la consejería es un ejemplo. Por tal motivo, hemos desarrollado convenios con otras instituciones para poder privilegiar el uso de los recursos en la población más afectada por la epidemia. Así, hemos puesto un fuerte acento en la focalización y, junto con ello, hacemos explícito que no entendemos la prevención sin la promoción de derechos. Lograrlos, es nuestro desafío.

¿Cómo creen que el actual gobierno chileno puede aportar a la lucha de su corporación y de las comunidades GLBT nacionales en general?

Tenemos varias esperanzas en el actual gobierno. Antes de la segunda vuelta electoral nos comprometimos públicamente con la presidenta Bachelet porque en su programa recogía tres puntos que para nosotros eran importantes, la unión civil entre personas del mismo sexo, por ejemplo. Hoy creemos que los recursos del gobierno de Chile podrían y deberían apoyar con mayor fuerza la lucha por nuestros derechos. Tenemos un decálogo con los 10 puntos que nos interesa lograr y que representa la aspiración política por la igualdad en la cual trabajaremos durante este periodo.

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