CLAM – Centro Latino-Americano em Sexualidade e Direitos Humanos

Encuentros de la diversidad sexual

Con la participación de más de un centenar de activistas provenientes de diversas zonas y regiones del Perú, en julio se llevó a cabo en las afueras de Lima el Primer Encuentro Nacional de Organizaciones y Activistas Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans: “Construyendo Comunidad, Ciudadanía y Democracia”. En Argentina, Vox Asociación Civil de Rosario hospedó en septiembre el Primer Encuentro de Organizaciones GLTTB del Mercosur, con casi doscientos activistas argentinos, brasileños, chilenos, paraguayos y uruguayos. En un marco pluralista, respetuoso de diferencias, en ambos encuentros se debatieron estrategias de acción para la conquista de derechos civiles y sociales de las minorías sexuales y se establecieron compromisos de trabajo conjunto hacia la conformación de redes nacionales y regionales.

Un rasgo que distinguió al evento argentino y fue el apoyo oficial recibido. Las reuniones se desarrollaron en un flamante Centro Distrito Sur y en el Centro de la Juventud de la Ciudad de Rosario, y la apertura del Encuentro contó con la presencia del intendente municipal, en un alto de su campaña por la renovación de cargos legislativos. El intendente Lifschitz, convertido en orador principal del acto de apertura, destacó: “Tenemos que construir entre todas y todos una sociedad y una cultura más tolerante, en la cual todos los seres humanos nos podamos sentir incluidos”. El Encuentro fue posible gracias al apoyo financiero de la Junta de Extremadura, España, tramitada por la Fundación Triángulo de ese país, que colabora con Vox Asociación Civil desde hace varios años. Por su parte, el encuentro peruano fue posible gracias un apoyo del British Council, gestionado por el Movimiento Homosexual de Lima (MHOL).

Las estrategias de acción política organizadas alrededor de la legalización de las uniones homosexuales fueron la referencia central de las intervenciones de las organizaciones convocantes. Pablo Cantero, de la Fundación Triángulo de Extremadura, reseñó el proceso que llevó a la reciente aprobación del matrimonio homosexual en España, hoy un hito en la conquista de derechos civiles para gays y lesbianas, que se espera marque un camino, especialmente para Hispanoamérica. Con ello hubo que referirse a los obstáculos; Pepe Díaz de Brito, de Vox-Rosario, habló de los que enfrenta un proyecto de unión civil tramitado en su provincia, Santa Fe, donde es difícil conseguir el compromiso de la mayoría legislativa. No obstante, grupos activistas de varias provincias argentinas procuran emular el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde en diciembre de 2002 fue aprobada una Ley de Unión Civil.

La dinámica del evento peruano giró en torno de la discusión de documentos de trabajo previamente elaborados por activistas de diferentes agrupaciones. Estos documentos discutieron los derechos de las personas LGBT en el contexto nacional e internacional; la situación de los derechos humanos, las agendas identitarias, la salud integral y el VIH/Sida; agendas, demandas y formas de articulación regional del Movimiento LGBT, así como diferencias, tensiones, resolución de conflictos al interior del mismo; violencia política, crímenes de odio, memoria y reparación; Estado laico y fundamentalismos.

En Rosario se trabajó a partir de mesas plenarias con oradores principales y talleres temáticos con temarios relativamente abiertos. Fueron discutidas las identidades políticas y agendas del movimiento. Las principales discusiones se plantearon a partir de la tensión entre una agenda centrada en los derechos civiles de gays y lesbianas, cuyo emblema sería la legalización de las uniones y la descendencia, y otra orientada a los derechos más básicos de de las poblaciones trans, particularmente discriminadas en su acceso a la salud, la educación, el trabajo y la vivienda, sometidas a encarcelamientos y situaciones de violencia cotidiana, a menudo letal.

Miembros del público homogéneo de las más de 30 organizaciones que participaron de las discusiones en Rosario llamaron la atención acerca de las dificultades concretas enfrentadas por la población GLTB más joven y de menores recursos para participar de espacios comunitarios crecientemente mercantilizados, y del desamparo que enfrentan al manifestar su orientación sexual, identidad y expresión de género, encontrándose desprovista de una red social que apoye su desarrollo. También fueron señaladas, desde el punto de vista de las personas intersexuales, las limitaciones del marco de los derechos humanos para abordar su problemática y la necesidad de diálogo y reflexión en torno del lugar de los cuerpos en las políticas del movimiento.

Rosario había sido sede, en 1996, de un primer encuentro nacional de similares características realizado en Argentina. Otros dos se realizarían en Salta y en Córdoba antes del fin de la década pasada. Diferencias al interior del Movimiento y la apuesta a acciones relativamente autónomas por parte de las organizaciones que sostuvieron un crecimiento sostenido durante el período interrumpieron esa serie, que ahora fue retomada y ampliada a través de una incipiente participación de organizaciones de países limítrofes. En Perú, la presencia de alrededor de cuarenta representantes de las regiones del interior del país, hecho sin precedentes en la historia del movimiento TLGB peruano, fue resultado de la realización de tres encuentros regionales preparatorios, con el apoyo del MHOL. Se trata de un importante logro tanto a nivel local como regional, dada la diversidad geográfica del país y las diversas formas de activismo que existen, tanto en Lima como en el interior.

Algunas de las tensiones mencionadas para el caso argentino no son ajenas al caso peruano. Sin embargo, los dos Encuentros reseñados generaron confluencias y propuestas de trabajo conjunto para el avance de las agendas activistas nacionales. En la plenaria final peruana se conformó de manera consensuada “El Grupo Impulsor de la Articulación Nacional LGBT”, compuesto por 11 personas (6 representantes del interior y 5 de Lima). Se trata de un paso importante en el proceso de articulación nacional cuyos objetivos inmediatos apuntan al establecimiento de una red de comunicación fluida y constante entre las diversas organizaciones existentes. Las organizaciones reunidas en Rosario acordaron volver a encontrarse en abril del año próximo en la misma ciudad, convertida en “centro político de las organizaciones GLTTB del Mercosur”, según destacaron los organizadores.