CLAM – Centro Latino-Americano em Sexualidade e Direitos Humanos

Gênero no novo governo

El Foro ciudadano: “Los candidatos y sus compromisos con las mujeres” fue una oportunidad relevante para que organizaciones de mujeres en Chile pudieran conocer en detalle las propuestas de cada candidato en materia de género, alrededor de 4 ejes fundamentales: derechos sexuales y reproductivos; violencia de género; autonomía económica y corresponsabilidad. También se debatió sobre participación política, institucionalidad, cultura de igualdad y no discriminación.

Eduardo Frei – candidato de la Concertación de Partidos por la Democracia, respaldado por la actual presidenta Presidenta Michelle Bachelet – y Jorge Arrate, del polo de izquierda, dialogaron con cerca de 100 mujeres de todo el país. No participaron del encuentro Marco Enríquez–Ominami – candidato de izquierda independiente escindido, de la Concertación – y Sebastián Piñera, de la coalición de derecha.

La discusión de propuestas fue acompañada por la demanda a los candidatos de un compromiso explícito para avanzar en la igualdad social entre hombres y mujeres. Eduardo Frei firmó el “Compromiso por la equidad de género y la justicia social”, en tanto Jorge Arrate entregó su propio programa de gobierno en señal de compromiso con las mujeres, al considerarlo más avanzado que las posturas de Frei.

El Foro fue organizado por el Observatorio de Género y Equidad, una iniciativa ciudadana que agrupa 20 instituciones y organizaciones de mujeres que buscan avanzar en la igualdad y justicia social a través de la reflexión, monitoreo y evaluación de las políticas públicas, el fortalecimiento de los liderazgos femeninos y sus organizaciones, y el acompañamiento del proceso político chileno.

La importancia del evento fue recalcada por Teresa Valdés, Coordinadora del Observatorio: “las mujeres somos el 52% del electorado, lo cual nos legitima aún más para conocer los planteamientos de los candidatos presidenciales, exigir la eliminación de las discriminaciones y avanzar hacia una sociedad más igualitaria. Además, las mujeres que participaron en el Foro vinieron desde Arica hasta Coyhaique, transformándose en genuinas representantes de una ciudadanía informada”. Aparecieron reflejadas las demandas históricas del movimiento de mujeres, transformadas en consigas tales como “democracia en el país y en la casa”, “la democracia está en deuda con las mujeres”, “el machismo mata”, “sexo cuando deseo, embarazo cuando decido”, entre otras.

La despenalización del aborto fue un tema que marcó diferencias entre ambos candidatos y fue el más abordado por la prensa local. Se trata de una demanda reiterada del movimiento de mujeres. Ante la pregunta de una dirigente respecto de cómo abordará la situación de las mujeres que actualmente abortan en la clandestinidad y si impulsará una legislación por aborto por razones de salud física y mental, Eduardo Frei comprometió su apoyo a la despenalización del aborto terapéutico y fue partidario de abrir el debate ciudadano y parlamentario respetando las posiciones que allí se manifiesten: “Creemos que hay que despenalizar esta situación y que este es un tema que hay que debatirlo a fondo”, indicó. Insistió en que es deber del Estado poner a disposición de las mujeres diversas alternativas para controlar su fecundidad de modo que “cada uno de acuerdo a su religión, a sus creencias e ideas personales, tome su decisión”.

En tanto, Jorge Arrate se manifestó por despenalizar completamente el aborto y dejar la decisión en manos de las mujeres, tal como ocurre en algunos países de Europa. Propuso un programa que implica, entre otros aspectos, educación sexual en los establecimientos educacionales, campañas públicas con todos los métodos anticonceptivos y píldora del día después. “Somos partidarios que la decisión final de una mujer que está embarazada, dependa de la mujer. Es parte de sus derechos sexuales y reproductivos”, dijo.

“Ni un paso atrás”

En su exposición, Eduardo Frei destacó la participación laboral femenina, que actualmente llega a una tasa de más del 40%, aunque concentrada en pocas áreas de la actividad productiva y con menores remuneraciones. Por eso, se comprometió a aumentar esa cifra mediante subsidios estatales para alcanzar un 50% de participación laboral femenina hacia fines del 2014, con empleos de calidad. Entre sus propósitos, está también fiscalizar el cumplimiento de la ley recién aprobada que establece igualdad en la remuneración por igual trabajo buscando terminar con las brechas salariales e impidiendo el uso de subterfugios para evadirla.

La propuesta de Frei para garantizar la responsabilidad al Estado y a las empresas privadas ante las mujeres trabajadoras es una reforma profunda de la legislación laboral vigente, que data de los años 80, cuando fue impuesta en plena dictadura militar. “No hemos tenido los votos en el parlamento para hacerlo. En 1994 se rechazó la idea de legislar y en 1999 entró en la Cámara de Diputados, pero no en le Senado”, explicó. Dicha reforma laboral, añadió, considerará todos los aspectos que involucren a las mujeres planteando un estatuto especial para las trabajadoras temporeras, que son más de 600 mil en Chile.

En cuanto a la representación política de las mujeres, Frei apoya la Ley de Cuotas que lleva 3 años en el Parlamento, pero agrega la participación en el poder económico. “Si tomamos las 23 empresas más grandes de Chile que se transan en la bolsa, hay una sola mujer en la gerencia, y de 141 directores, sólo 4 son mujeres. O sea, menos del 3%. Es una situación que no resiste análisis. Vamos a proponer una ley que obligue a todas las empresas donde hay fondos de todos los chilenos, que tengan por lo menos un tercio de mujeres en sus directorios y lo mismo vamos a cumplir con todas las empresas estatales y todas las empresas con directores nombrados por el Estado”, precisó.

Frei se comprometió también en ampliar el periodo post natal para llegar a los 6 meses – compartido entre madre y padre – y fortalecer la fiscalización del correcto pago de pensiones alimenticias de aquellos padres que viven sin sus hijos. En cuanto a la violencia intrafamiliar, la propuesta fue más radical: el uso de brazaletes electrónicos para los hombres agresores con medidas cautelares con el fin de evitar nuevos femicidios en el país. Ante la consulta por una institucionalidad que a veces no funciona y no protege a las mujeres, el candidato concertacionista explicó que en ese tema el énfasis está en aplicar el control y no la prevención, rehabilitación y reinserción. “Si se determina que las medidas cautelares no son suficientes, tenemos que cambiar la legislación de tal manera que las medidas no queden a criterio de las personas que están actuando. Queremos una ley que sea mucho más categórica”, reflexionó.

Respecto de la prevención del Sida, Frei manifestó la necesidad de impulsar la educación sexual en todos niveles de enseñanza, especialmente en los liceos y establecimientos educacionales, para que la gente se informe y pueda prevenir. Consultado por una trabajadora sexual trans sobre qué políticas, leyes y programas implementará para garantizar los derechos humanos de las personas LGBT, el respeto a la diversidad sexual y de género, considerando que la sola regulación patrimonial no regula la igualdad de derechos, el candidato dijo que trabajará con las organizaciones del mundo de la diversidad sexual buscando contar con una legislación que sea acorde a lo que es la realidad de la sociedad chilena hoy día.

Por último, el candidato fue claro en señalar que sí distribuirá la píldora del día después en todos los consultorios del país, tornándola disponible para todas las familias chilenas, evitando así que ésta ya sea patrimonio exclusivo de los que tienen recursos. “Ni un pasa atrás, sino cien pasos adelante” fue la conclusión del candidato en su debate con las mujeres.

Por una Asamblea Constituyente para una nueva Constitución

El candidato Jorge Arrate inició su presentación explicando que “vivimos en un país que padece el virus de la discriminación, el virus de la desigualdad. Cuando hablamos de una mujer que es trabajadora, mapuche y lesbiana, se yuxtaponen todas las discriminaciones”. Para él, lo primordial es acumular fuerzas para un cambio cultural cuyo proceso es más largo. Asocia este cambio a dos luchas: la reforma de la Constitución y una ley de Cuotas.

La nueva Constitución, explicó Arrate, debe consagrar la igualdad social de la mujer, la igualdad de los géneros, la igualdad del hombre y los derechos sexuales y reproductivos. Considera que la fórmula apropiada para cambiar la carta fundamental es la convocatoria a una Asamblea Constituyente, por su valor participativo, que deberá ser paritaria. Apoya la Ley de Cuotas que está en el Parlamento, explicando que el gabinete paritario de la Presidenta Bachelet es un gesto, un signo y una marca cultural significativa que espera continuar.

Arrate resaltó cómo la teoría económica de libre mercado se opone a la igualdad social de la mujer y a su autonomía económica, por el hecho de que las empresas se guían por la maximización de sus utilidades. Es el caso de la ley de salas cuna, que exige al empresario instalar una de ellas cuando tiene a partir de 20 trabajadoras, las empresas optan por contratar solamente 19 mujeres porque con la vigésima deberán incurrir en el gasto de una sala cuna. “El modelo ha tendido a recargar más el trabajo y las responsabilidades de la mujer. Ni siquiera valora el trabajo doméstico en su contabilidad. Soy partidario de crear más empleo y más trabajo para las mujeres, no trabajo de mujeres. No somos partidarios de la flexibilización laboral ni de la discriminación salarial”, dijo.

En el área de derechos sexuales y reproductivos, Arrate fue consultado respecto de su compromiso para garantizar la participación de la sociedad civil en la construcción de la política de VIH y educación sexual. El candidato dijo que en materia de VIH es obvio que hay que destinar mayores recursos públicos para campañas y para entregar a las personas que tienen menos ingresos y dificultades para adquirir preservativos. En cuanto a la educación sexual, propuso un sistema nacional único, libre, abierto, integrador y gratuito de educación. “No hay que ceder, porque las presiones son muchas”, enfatizó.

El candidato fue consultado también sobre el tema de la violencia contra las mujeres. Arrate precisó como primera medida especificar que detrás del concepto intrafamiliar se invisibiliza la violencia contra la mujer. En segundo lugar, propuso destinar más recursos para los programas de violencia contra las mismas, y finalmente, propone tipificar el delito de femicidio en el código penal. En cuanto a validar y promover el trabajo del movimiento de mujeres en este ámbito, propuso que el Estado debe – de preferencia y dada gravedad del delito de violencia contra la mujer – apoyar a las organizaciones que trabajan en esa dirección. Por último, enfatizó en la necesidad de fortalecer las líneas de capacitación de los agentes públicos encargados del orden en materia de violencia contra la mujer: carabineros, investigaciones así como también a las juntas de vecinos y a las organizaciones sociales de la comunidad.