CLAM – Centro Latino-Americano em Sexualidade e Direitos Humanos

Estudios culturales en Colombia: trayectorias, tendencias y perspectivas

Los estudios culturales tienen ya una trayectoria institucional de casi diez años en Colombia. Partiendo de los tres congresos organizados hacia finales de la década de los noventa por la Universidad Nacional (que confluyen al presente con el primer programa de maestría en estudios culturales del país), pasando por las actividades del Instituto Pensar de la Universidad Javeriana entre 1999 y 2001y la especialización en estudios culturales de esta misma universidad desde 2000, así como la existencia del pregrado en lenguajes y estudios socioculturales de la Universidad de los Andes desde finales de los noventa, los estudios culturales han venido ganando un espacio dentro de la comunidad de las ciencias sociales y humanas en el país. En el año 2004 se inicia el primer programa de maestría en la Universidad Nacional, sede Bogotá. Para el segundo semestre del 2007, la Javeriana abre también su programa de maestría. Estos programas son un indicador del paulatino posicionamiento de los estudios culturales en el escenario intelectual y académico del país.

Existen en diferentes lugares del país investigaciones y prácticas intelectuales que muchas veces, sin reconocerse dentro de los estudios culturales o incluso rechazando el apelativo, se ocupan de las relaciones entre cultura, sociedad y política que han sido el objeto de los estudios culturales. Estas actividades se han desarrollado en distintos escenarios, académicos o no, que incluyen departamentos o carreras de historia, filosofía, antropología, comunicación, artes, literatura, sociología, así como en movimientos sociales, ONG, o instituciones privadas u oficiales.

Asimismo, la institucionalización de los estudios culturales en sí presenta un desafío para un ‘campo’ que siempre ha cuestionado los fundamentos epistemológicos e institucionales de las disciplinas que históricamente han constituido las ciencias sociales y las humanidades. De ahí nuestro interés por discutir la manera en que los estudios culturales se han insertado y definido en la academia colombiana.

¿Cómo se ha recibido a los estudios culturales y cuáles son sus relaciones con las áreas afines? Además, si se va a hablar de ‘estudios culturales colombianos’, ¿qué relación tiene este conjunto de trabajos con lo que se ha considerado estudios culturales en la academia latinoamericana y/o anglosajona? En otras palabras, ¿cuál es la especificidad de los estudios culturales colombianos y cómo entender su inscripción en las conversaciones y relaciones de poder transnacionales?

Otro aspecto nodal consiste en la dimensión política constitutiva de los estudios culturales. Los estudios culturales se han definido por una ‘vocación política’ que consiste en que no se imaginan como una labor exclusiva ni sustancialmente académica, sino como una práctica intelectual relacionada con intervenciones críticas y políticas concretas. Desde esta perspectiva, lo político y la producción de conocimiento no son exterioridades autónomas, sino que están estrechamente imbricados. Más aún, la especificidad de la categoría de cultura de los estudios culturales se halla en que lo cultural y lo político son mutuamente constitutivos.

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