CLAM – Centro Latino-Americano em Sexualidade e Direitos Humanos

A prevenção deve continuar

Em razão do dia 1 de dezembro – Dia Mundial de Luta contra a Aids, entrevistamos ativistas e pesquisadores para falar sobre o estado atual da epidemia da Aids e das pessoas que vivem com o vírus na região. A maior preocupação dos especialistas é em relação ao fato de se pensar que, após duas décadas de epidemia, a situação está sob controle. Foram ouvidos:


Veriano Terto, coordenador da Associação Brasileira Interdisciplinar de Aids (Abia).


Luis Fernando Leal, ativista do movimento social colombiano de Personas Viviendo con VIH/SIDA, PVVS. Foi diretor da Liga Colombiana de Lucha contra el Sida e mebro fundador da Asociación para la Salud Integral y Ciudadanía en América Latina y el Caribe, ASICAL.


Patricia Campos é médica especialista em HIV e preside a oficina para América Latina da organização não governamental Aids Foundation, que atualmente desenvolve uma campanha para negociar com as indústrias farmacêuticas a redução do preço dos medicamentos anti-retrovirais.


Rodrigo Pascal, coordenador executivo da organização chilena VIVOPOSITIVO.


Rafael Freda, educador sexual e ativista gay desde 1983. Atualmente preside a SIGLA (Sociedad de Integración Gay-Lésbica Argentina) e a Federación Binacional Crefor (Creación y Fortalecimiento de Grupos de Minorías Sexuales), da Argentina e do Uruguay.


Jorge Bracamonte, pesquisador e ativista, foi presidente do MHOL, Movimento Homossexual de Lima, una das organizações precursoras na luta contra a Aids no Peru e referência no desenvolvimento de políticas públicas no setor da saúde.

As respostas estão mantidas em seu idioma original.

Pode-se falar em uma tendência à deshomossexualização da Aids? Qual a situação de seu país em relação ao controle da doença e ao acesso ao tratamento?

Veriano Terto – Não sei se devemos dizer que no Brasil exista uma tendência à deshomossexualização da Aids, o que há é uma tendência a pensar que o problema está controlado. Em relação à oferta de tratamento, o programa brasileiro de distribuição universal de antirretrovirais continua funcionando bem, mas no que diz respeito a outros medicamentos , como a antibióticos e antifúngicos, o acesso a eles continua falho e irregular. Precisamos ampliar esse programa e buscar garantia da sua sustentabilidade. O atual sistema de patentes, que impede a fabricação desses medicamentos como genéricos, leva a uma dificuldade de negociação a preços mais baixos e reforça o monopólio das grandes industrias internacionais. Esse sistema de patentes não favorece o sistema de saúde publica dos paises em desenvolvimento. Esta é uma ameaça à sustentabilidade futura do programa brasileiro.

Luis Fernando Leal – Hablar de deshomosexualización de la epidemia en Colombia puede ser un arma de doble filo. A pesar de que ONUSIDA insiste en que la epidemia crece mayoritariamente en población heterosexual, los estudios realizados en hombres que tienen sexo con hombres (HSH) siguen demostrando otra cosa. Hacer referencia a que la epidemia no es únicamente homosexual puede servir para que la sociedad en su conjunto tome más conciencia de la necesidad de autoprotección sin distinción de orientación sexual, centrando la cuestión en las prácticas de riesgo. Pero tratar de ocultar que la mayoría de casos se siguen dando principalmente en hombres gay, bisexuales y travestis es muy contraproducente en la visualización de dichas poblaciones y en el diseño de políticas y programas de salud específicos a las particularidades de cada población. Es muy importante seguir realizando campañas sostenidas que estén dirigidas concretamente a hombres gays, así como programas de salud sexual masculina en donde se acepte abiertamente la posibilidad del sexo entre hombres como una práctica “normal” y aceptable.


En Colombia se garantiza el acceso universal a tratamientos antirretrovirales y la atención de secuelas asociadas al uso de los mismos. Sin embargo, esto es en el papel. Existen serias dificultades en el acceso efectivo a la atención en salud y a acciones preventivas relacionadas con la epidemia. Esta situación se caracteriza por el desconocimiento total de los derechos de los usuarios, la falta de promoción de las pruebas presuntivas y diagnósticas para identificar nuevos casos y la falta de reactivos en algunos laboratorios departamentales y municipales, que impiden hacer dichas pruebas. Una vez diagnosticada, la persona comienza su “vía crucis” para el acceso a la atención integral. A pesar de los continuos fallos de la Corte Constitucional, continúan los abusos por parte de las Empresas Promotoras de Salud (EPS) y las Instituciones prestadores de Servicios de Salud (IPS).


Patricia Campos – En México, igual que en otros países, no tenemos una sola epidemia. En zonas urbanas el crecimiento de la epidemia se desarrolla fundamentalmente entre hombres que tienen sexo con otros hombres. En las zonas rurales, en cambio, vemos que el incremento de casos está dándose en personas heterosexuales con un crecimiento igual o tal vez hasta más acelerado, aunque también está presente entre HSH.

En cuanto al tratamiento antirretroviral, actualmente el gobierno está haciendo un esfuerzo extraordinario para garantizar el acceso universal. Sin embargo, creo que tanto entre los legisladores como en el poder ejecutivo ha comenzado la preocupación por la sustentabilidad del acceso a los antirretrovirales. Esto significa que se está teniendo más conciencia de los casi 5 mil millones de pesos (unos 500 millones de dólares) que se invierten en ARV y que, con el crecimiento del número de casos, va a ser definitivamente insostenible a mediano plazo.


Rodrigo Pascal – Si bien se habla de una feminización de la epidemia, en Chile la población de hombres que tienen sexo con hombres (HSH) aún es la más afectada, en la prevalencia y en la incidencia. Esto no significa, sin embargo, que el número de mujeres afectadas por el VIH/SIDA no haya aumentado de manera importante en el país. Por el contrario, la vulnerabilidad en que se encuentra la mujer se ve potenciada debido a las inequidades de género tales como la violencia en contra de la mujer, las posibilidades de acceso al trabajo y la búsqueda de salarios igualitarios. También, de manera concreta y precisa, en el ejercicio de su sexualidad. Por otro lado, la perpetuación de la vulnerabilidad de los hombres que tienen sexo con hombres los expone más fácilmente al VIH/sida, producto de la falta de espacios amigables que permitan el desarrollo de sus afectividades. Los HSH necesitan aumentar su autoestima y así incorporar prácticas y hábitos de autocuidado.

Finalmente gracias al movimiento social de personas viviendo con VIH/sida, Chile cuenta desde 2005 con una ley que permite el acceso al 100% de los tratamientos antirretrovirales. Las movilizaciones sociales han sido fundamentales para llegar a un Estado que genera políticas, destina recursos y desarrolla las normativas necesarias para solucionar un desafío social de proporciones.

Rafael Freda – En Argentina la tendencia a la deshomosexualización de la epidemia VIH general llegó a un clímax en el año 2002, cuando la proporción de mujeres y varones se estabilizó alrededor de 2,8 hombres por cada mujer. Ya en el 2003 hubo indicios del recrudecimiento de la epidemia en HSH (hombres que hacen sexo con hombres, donde se incluyen gays, homobisexuales y travestis), aunque el Programa Nacional de SIDA solamente reconoció este hecho hace un mes, al comunicar que en el curso del año 2007 la participación de HSH en casos nuevos había pasado del 17 al 21%.


La epidemia de VIH en HSH se está acelerando y ya supera la tasa de crecimiento de la infección de VIH en hombres por vía heterosexual. Es urgente revertir la tendencia a invertir menos en la prevención, atención y apoyo a la población de HSH. La provisión de medicamentos es satisfactoria, aunque con brechas ocasionales recurrentes. Dada la tasa de fallo de los tratamientos de ARV (5% anual), puede haber un colapso del sistema de financiación y distribución en el próximo bienio.


Jorge Bracamonte – Inicialmente, en Perú la epidemia fue rápidamente asociada a la homosexualidad. “Castigo divino”, “epidemia rosa”, “grupos de riesgo”, eran algunas de las denominaciones usadas que acentuaban el estigma y discriminación que ya cargaba la comunidad homosexual en toda su diversidad. En la actualidad, los esfuerzos de comunicación masiva promovidos desde el MINSA (Ministerio de Salud) y algunas grandes ONG involucradas en el tema se orientan a romper esta asociación, para colocar el énfasis en que el sida no discrimina y la población en general es vulnerable, especialmente los más jóvenes y las mujeres. Producido el cambio nos preguntamos si esta forma de des-homosexualización del SIDA no contribuye más bien a la invisibilización de los grupos poblacionales más afectados y no proviene de la falta de voluntad política del Estado para priorizar esfuerzos en las poblaciones más vulnerables a la epidemia.

Con respecto al acceso a los antirretrovirales, gracias a una importante inversión del Fondo Global de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria que se realiza desde el 2005, Perú se encuentra en condiciones de garantizar el tratamiento para las personas que viven con VIH/SIDA (PVVS). El SIDA en Perú transita de una epidemia de tipo mortal a otra de tipo crónico. Sin embargo, surgen algunos problemas en el marco del acceso universal al TARGA (Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad) en relación con la calidad de los servicios orientados a las PVVS, el desabastecimiento de medicinas, la ausencia de prevención positiva, la no inclusión del tratamiento de enfermedades oportunistas o la falta de cobertura en ciudades intermedias, entre otros.

Duas décadas depois de seu surgimento, como o atual status social do HIV/Aids influi no comportamento e nas práticas sexuais das pessoas em geral e na estigmatização daqueles que vivem com o HIV?

Veriano Terto – Há uma tendência à estabilização no numero de casos de Aids na população homossexual e esta tendência pode ser interpretada por alguns setores como se o problema estivesse controlado, quando não é bem assim. Por outro, lado temos um crescimento na incidência entre os homossexuais mais jovens. A Aids continua crescendo na faixa de 20 a 30 anos entre os homossexuais. Há uma falta de atenção em relação à questão da Aids neste segmento.


No caso da heterossexualidade, no segmento das mulheres jovens a incidência da Aids continua subindo. As mulheres continuam a se infectar, principalmente as mais jovens. Temos de olhar com mais cautela os dados epidemiológicos antes de falar em estabilização. Há relatos do uso de preservativos em diferentes populações, mas se isto realmente reflete o que as pessoas estão praticando ainda não podemos informar. Os dados de nossas pesquisas apontam que as pessoas estão adotando estratégias de prevenção. Se o fazem sempre é outra pergunta. Há relatos em pesquisas na Holanda de pessoas que mostram um cansaço em relação à prevenção, ao uso do preservativo.Temos que estar preparados para discutir isso aqui na América Latina, não encarar apenas como irresponsabilidade, loucura, ou relapso das pessoas para que possamos negociar com elas.


Independente do aumento ou estagnização dos casos da Aids, o estigma ao soropositivo continua sendo um desafio, pois esta situação está relacionada a barreiras culturais e na noção de saúde/doença. O soropositivo ainda é visto como um perigo. Isto não depende tanto das questões epidemiológicos. Ainda temos uma grande dificuldade em trabalhar a sexualidade do soropositivos e desconstruir a ligação entre soropositividade e morte.


Luis Fernando Leal -Creo que la “deshomosexualización” representará un problema grave a futuro. El no hacer énfasis en el grupo más afectado, llevará sin duda a que muchos homosexuales no vean motivos para diagnosticarse, por lo tanto –como ya está sucediendo– menos casos se detectarán. Eso sin duda supondrá un retroceso en los planes que deben hacer los gobiernos para la verdadera provisión y negociación en bloque y para que dichos medicamentos y tratamientos integrales sean actualizados en el Plan Obligatorio de Salud con las consecuencias que esto trae para los que se diagnostican. A esto se le suma que cesarán los esfuerzos para sensibilizar al equipo de salud sobre otras orientaciones distintas a la heterosexual. De este modo es previsible un aumento en la homofobia dentro del sector salud que sin duda afectará el acceso universal a los tratamientos.


Patricia Campos- En México, por una parte hay una falta de conciencia entre las personas que viven con VIH con respecto a cuestiones tales como la adherencia a los medicamentos, adopción de estilos de vida saludables, o la prevención secundaria (posterior a la infección). Por otro lado es necesario que las personas que viven con VIH se conviertan en agentes de cambio y colaboren con personas en la misma situación en cuestiones de educación y de promoción, participando en actividades preventivas para evitar la transmisión del VIH. Estamos en un punto muy incipiente donde las personas apenas están tomando conciencia del auto cuidado y de la importancia de la adherencia al tratamiento, pero en este proceso todavía estamos lejos del ideal: que las personas que viven con VIH tengan una conciencia colectiva.


Rodrigo Pascal – Si somos capaces de crear un ambiente de acogida amable hacia grupos vulnerabilizados socialmente, la integración hacia la sociedad será mejor, así como también la incorporación de hábitos más saludables para sí mismos. En Chile, una política de acceso a la salud integral que incluya el acceso a tratamientos antirretrovirales corrige paulatina y progresivamente inequidades sociales. No obstante, aún nos encontramos con que la notificación del VIH/SIDA se produce mayoritariamente en estados avanzados de la enfermedad y ya hospitalizados/as, Este es un tema a ser abordado para el mejoramiento de estrategias de prevención y promoción de salud.


Es posible darse cuenta de cambios de actitud en la sociedad con respecto a las personas que viven con VIH/SIDA. Hoy es posible encontrar PVVS que hablan abiertamente de su condición en el ámbito laboral. La información en los medios de comunicación también ha pasado del sensacionalismo a la información científica. Inclusive la opinión de los/as afectados tiene cabida y peso dentro de la noticia. Por último, todos los avances sobre no discriminación hacia las y los afectados directos son importantes. Sin embargo, debemos reconocer también que es mucho lo que se debe avanzar para encontrarnos en un espacio social que de una acogida amigable a lo diferente y respete la paridad de derechos sociales.


Rafael Freda – En Argentina, la población general está recibiendo campañas de prevención que buscan incentivar en los más jóvenes el uso de preservativos, por lo que en un futuro de quizás un lustro podrá medirse un impacto favorable en las infecciones durante los años de la adolescencia. Las campañas destinadas al empoderamiento de la mujer para la negociación del uso de preservativos no tienen impacto mensurable por el momento. La estigmatización continúa, lo que se refleja en la gran tasa de desempleo que aflige a la población de PVVS y en el hecho de que importantes reparticiones del Estado (por ejemplo: la Policía Federal o los Servicios Penitenciarios) no acatan las políticas de no discriminación promovidas en general por el Estado Nacional. Las prácticas sexuales son las tradicionales y características de un país latinoamericano, católico y machista. Hasta el momento no hay cambios perceptibles en la mayoría de la población, por cuanto el embarazo adolescente sigue teniendo tasas muy altas. La situación mejora en los centros urbanos y en las capas sociales media y alta, pero dista de ser satisfactoria.


Jorge Bracamonte – La desinformación y prejuicio, producidas desde el propio entorno, familiar y comunitario lleva a que las PVVS oculten la realidad de su diagnóstico, perdiendo la posibilidad de contar con el soporte emocional y material necesario para enfrentar los retos que surgen debido a su condición de salud. Adicionalmente, estas mismas personas (se calcula que en Perú más del 70 % de las PVVS son fundamentalmente trans, gays y/o bisexuales) son estigmatizadas por su orientación sexual y/o identidad sexual, incluso en los propios establecimientos de salud. Esta doble situación del estigma, por ser PVVS y formar parte de las comunidades TGB, debiera llevarnos a considerar los aspectos más profundos y estructurales que hacen vulnerables a estas poblaciones y la necesidad de desarrollar estrategias más pertinentes a la realidad de la epidemia, que incluyan la propia movilización social y política de las poblaciones afectadas por la epidemia.